Nacido en Chile en 1965, QUILAPAYÚN es hoy día uno de los grupos musicales latinoamericanos más conocidos en el mundo.

 

                En el plano artístico, el valor fundamental de QUILAPAYÚN radica en su contribución decisiva a la modernización de la música popular latinoamericana. Su obra se inscribe en un movimiento continental de renovación artística que configura un modelo cultural nuevo, caracterizado por la reunión de rigor y popularidad, complejidad y transparencia.

                La originalidad de su camino se encuentra en el hecho de haber podido integrar creativamente al canto popular latinoamericano argumentos musicales de distintas proveniencias: folklórica, popular, académica, experimental. Para demostrarlo, ahí están sus recreaciones de la música indígena, su tratamiento característico de la música popular, su trabajo con músicos académicos que ha dado origen a una serie de Cantatas Populares y, en fin, su acercamiento a la música contemporánea.

                Para QUILAPAYÚN se trata de crear una música siempre actual, con una identidad continental marcada, construida, antes que nada, a través de la síntesis de esta diversidad cultural que es hoy día América Latina.

                A través de los años QUILAPAYÚN se ha mantenido apegado a este proyecto cultural y hoy prosigue una carrera artística marcada por la sinceridad y la coherencia.

 

                Instalado en Francia desde Septiembre de 1973 donde vivió un largo exilio de 15 años, QUILAPAYÚN representó fielmente la lucha democrática de su pueblo durante la época de la dictadura. El carácter simbólico que su trabajo adquirió en este período es, hoy día, parte integrante del capital de orgullo del grupo.

                Sus estadías en Chile en el curso de los últimos años, han dado un vuelco importante a la vida del grupo.

                Hoy día, vivir Europa y Chile al mismo tiempo enriquece el cometido artístico de QUILAPAYÚN. Sus integrantes deben evolucionar creativamente a través de síntesis cada vez más extensas: en el fondo, no se trata sino de asumir en plenitud el mestizaje de sus vidas reales, así como de franquear un paso más en lo que ya es su inexorable mestizaje cultural.

                Ser sujetos creativos de la realización cultural entre Latinoamérica y Europa –que en el caso de QUILAPAYÚN es un territorio que se origina en lo popular- no es un perfil nuevo en el espectro de la expresión latinoamericana. Es una condición que, por distancias razones (personales, culturales, políticas, intelectuales, etc. …), ya debieron asumir en su más alto nivel algunas de las grandes personalidades del continente: Huidobro, Matta, Cortázar, Chávez, Neruda, Borges, Ginastera, etc. …, quienes supieron ligar nación y universo, identidad y diversidad, tradición y modernidad.

                Para QUILAPAYÚN son el ejemplo de una opción cultural que prefigura un diálogo heterogéneo y polícultural, como inevitablemente será el diálogo del universo en el futuro.

 

                Hoy día QUILAPAYÚN ha entrado en un nuevo proceso de renovación, utilizando todos los recursos poéticos y musicales que la vida contemporánea pone su disposición.

                Así, para “romper” con la fatalidad de todo artista que debe siempre responder a una clasificación instalada, sus miembros desarrollan un importante trabajo sobre la renovación de su sonido. Este trata de ser auténticamente, y cada vez más (sobre todo por los medios que utilizan, que van desde la zampoña al sintetizador), una expresión original de lo que es ya la cultura plural del grupo: latinoamericana, por cierto, pero integrativa de materiales provenientes de otros horizontes culturales y más abierta al mundo sonoro ya instalado en el oído contemporáneo.

                Sus textos no dejan de hablar de todos los aspectos fundamentales de la vida, a través de una poesía libre y franca. Al mismo tiempo, su temática actual, universalista, privilegia la naturalidad expresiva y sobre todo la afectividad, con el objeto de seguir estableciendo un diálogo directo y emotivo. De esta manera, ellos continúan ejercitando su sensibilidad frente a las injusticias que afectan al hombre de este mundo.

                Los espectáculos de QUILAPAYÚN son un concentrado de pasión y espontaneidad, de amor y de humor, de ironía y emoción, todo realizado con un calor humano que se transmite fácilmente.

 

                Vivir el arte como un afán de invención constante es lo que caracteriza la evolución de QUILAPAYÚN. Y es lo que le permite seguir manteniendo viva la tradición de la canción latinoamericana.


 

Algo más sobre QUILAPAYÚN

 

                 La música de QUILAPAYÚN utiliza con la misma libertad los recursos que provienen tanto de la música folklórica y de la música popular contemporánea, como de la música docta (ritmos, tipos melódicos y armónicos, instrumentación). No es sorprendente entonces que en los conciertos de QUILAPAYÚN encontremos, junto al charango, a la quena (flauta indígena), a las zampoñas (flautas de pan) y a las diferentes guitarras latinoamericanas (tiple, cuatro, guitarra española), la presencia del piano, de los sintetizadores, de las guitarras electro-acústicas, del bajo eléctrico, de las percusiones caribeñas y de muchos otros instrumentos. Todos ellos acompañando un poderoso juego de voces sabiamente armonizado, el cual ha sido siempre la característica principal del grupo.

                La música de QUILAPAYÚN ha recorrido los cinco continentes y ha encontrado la misma acogida calurosa en Estados Unidos, Europa, Europa del Este, Japón, Australia, etc. …, y por supuesto en todos los países de América Latina. Prueba de ello son los conciertos realizados en los teatros más importantes del mundo (Carnegie Hall de Nueva York, Olympia de París, Bobino de París, Royal Albert Hall de Londres, Konsert Huset de Estocolmo, Opera de Buenos Aires, Palau de la Música de Barcelona, Tokyo Taiikukan, etc. …), así como la realización de las principales emisiones de Televisión en un gran número de países.

                QUILAPAYÚN ha grabado hasta hoy 26 discos LP, los cuales han sido reproducidos en muchos países europeos y americanos. En todos ellos se muestra la gran versatilidad musical del grupo y su capacidad creativa. Pero algunos han tenido especial repercusión, como por ejemplo la “Cantata Santa María de Iquique” del compositor chileno Luis Advis, editado originalmente en Chile en 1970 y considerada hoy día como uno de los clásicos de la música popular latinoamericana. Igualmente, la grabación en directo de las actuaciones en el Luna Park de Buenos Aires, editado originalmente en Argentina en Septiembre de 1983, el disco “Tralalí Tralalá” editado originalmente en Francia en 1985, con motivo de las actuaciones del grupo en el Olympia de París y, en fin, la obra “Sinfonía de Los Tres Tiempos de América” del chileno Luis Advis, editado en España en 1988 y grabado junto a Paloma San Basilio.

                Actualmente, la Casa de Discos DOM (Vincennes, Francia) edita una serie de 9 Compact Discs sobre la base del catálogo de QUILAPAYÚN. Al mismo tiempo ella produce y distribuye el nuevo CD del grupo "Al Horizonte", recientemente editado en España por Picap.


"...Sin embargo, los grupos no se hacen sin sus individuos. Y todos aquellos que han transitado por el conjunto, canten o no canten en este disco, están aqui junto a nosotros. Naturalmente, aquellos que, incluso antes que algunos de nosotros, ya tocaban, ya cantaban, ya aconsejaban, señalando caminos con sus creaciones, sus ideas, su energía, su humor. El primero de todos, el más emblematico de todos, Victor Jara. Y también los otros amigos que se alejaron de la vida artística sin nunca dejar de ser lo que siempre fueron, unos inalterables Quilapayunes: Julio Numhauser, Julio Carrasco, Rubén Escudero, Willy Oddó (entrañable amigo, hoy desaparecido), Eduardo Carrasco (quien fuera director artístico del conjunto por muchos años), Carlos Quezada, Ricardo Venegas..."

Rodolfo Parada
Paris, Junio de 1998

http://www.quilapayun-chile.cl/

 

Discografia

Basta

Cantata Santa Maria de Iquique

Latitudes

X Viet-Nam

La Revolución y las estrellas

Conciertos Inédito

Saving-le-Temple 15-2-2002